Los invito a leer otro tema que investigué sobre las barreras que todavía persisten para la adopción de la telemedicina y la telesalud en Latinoamérica, después del crecimiento exponencial que experimentaron durante la pandemia.
Los resultados del trabajo fueron publicados en el tercer artículo de mi autoría por la revista científica canadiense Telehealth and Telemedicine Today, en alianza con Global Health Intelligence, donde contribuyo regularmente con contenidos exclusivos en temas de equipamiento hospitalario, entrevistas a líderes de la salud latinoamericana, laboratorios, salud digital y todo lo relacionado al Futuro de la Salud en Latam.
Espero que el enfoque y la información les aporte algunas perspectivas para sus trabajos en la mejora de los sistemas de salud de nuestra región.
Dejo unos avances acá, pero recomiendo descargar el artículo completo en los distintos formatos disponibles, tanto en inglés como en español, directamente de la publicación original, de Telehealth and Telemedicine Today, en este link
Abstract
La pandemia alentó la rápida adopción de la telemedicina dejando de lado o superando varios de los desafíos que implica la implementación de las soluciones de atención remota de pacientes, identificados en numerosas investigaciones.
Si la pandemia fue el gran impulsor para la adopción de la telemedicina y la telesalud, todavía quedan varias barreras que los sistemas de salud deben abordar; sin embargo, los administradores de atención médica pueden confiar en la modalidad, ya que la evidencia muestra en gran medida que es segura, eficaz y ampliamente aceptada. El presente reporte técnico ofrece un panorama general del desarrollo de la telemedicina con posterioridad a la pandemia de COVID-19 en Chile, Brasil, Colombia y Argentina, cuatro de los países que más avances hicieron en el campo de la telemedicina y la telesalud en América Latina, identificando cuáles fueron las barreras que todavía persisten para su integración completa al sistema de salud.
Extracto: país por país
Si bien es difícil determinar un país específico que ya haya logrado un uso de la telemedicina extendido a todas las especialidades de la salud, algunos países se destacan por un mayor impulso que otros a la adopción de la telemedicina en sus sistemas sanitarios.
Chile, Brasil, México, Colombia y Argentina son los países que más avances hicieron en el campo de la telemedicina y la telesalud en América Latina.
Chile cuenta con numerosos programas y plataformas de telemedicina y telesalud, especialmente en áreas rurales y remotas. El país promovió la implementación de tecnologías de información y comunicación en la atención médica, como la teleconsulta y el telemonitoreo, a través de programas gubernamentales como “Salud Conectada” y “Telesalud”. En 2019 antes del inicio de la pandemia Chile ya encabezaba, con 68% de los hospitales del país ofreciendo esta tecnología, la lista de países latinoamericanos en el número de hospitales que estaban adoptando la telemedicina, según indicaron los resultados de un estudio sobre la telemedicina en Latinoamérica realizado Global Health Intelligence (GHI), empresa líder en recopilar datos sobre hospitales latinoamericanos y analizado en la revista de difusión El Hospital.4
Brasil implementó programas de telemedicina en diferentes áreas de la salud, incluyendo la atención primaria y la especializada. La telesalud se ha utilizado para mejorar el acceso a la atención médica en áreas rurales y remotas, así como en comunidades indígenas. Además, el país cuenta con una legislación específica para regular la telemedicina. Para adaptar el Sistema Único de Salud a la emergencia COVID-19 creó en 2020 el Programa Conectar SUS, la principal iniciativa de la Estrategia de Salud Digital para Brasil 2020-2028 (ESD28) (Estrategia Nacional de Salud Digital de Brasil 2020-2028). Esta estrategia según el Ministerio de Salud brasileño “fue impulsada para priorizar acciones en plena alineación con las necesidades nacionales para combatir COVID-19 La Red Nacional de Datos en Salud (RNDS), que rápidamente se elevó a la posición de repositorio nacional de datos de COVID-19, actualmente busca permitir que los establecimientos de salud, los profesionales de la salud y los ciudadanos compartan información de salud en general, promoviendo la prevención y el cuidado de la salud con más calidad.”5
Argentina avanzó fuertemente en el aspecto normativo necesario para la adopción de la telesalud y la telemedicina, como ya se ha analizado en profundidad los avances del sistema sanitario argentino en el artículo “Lo que la pandemia nos dejó: avances regulatorios para la telemedicina y la telesalud en Argentina”, publicado en esta revista. La normativa implementada por Argentina brinda un marco institucional que posibilita el despliegue de servicios y métodos innovadores en el país, e insta a superar las barreras geográficas para reducir las brechas del acceso a la cobertura efectiva de salud. La existencia de un marco normativo claro que destaca el valor de la telemedicina y la telesalud para el sistema de salud de todo el país permitirá que se desarrollen cada vez nuevos proyectos sanitarios que brinden respuestas a las necesidades de la población, que mejoren la eficiencia de los sistemas de salud y las oportunidades que las tecnologías de la información y comunicación ofrecen.6
Colombia, antes de la pandemia contaba con la normatividad para la atención por telemedicina, pero fue durante la emergencia que la disciplina se consolidó con más de 127 millones de atenciones entre teleorientaciones y teleconsultas, de acuerdo con datos publicados en la página web del ministerio de salud en Colombia, los que muestran el incremento del uso de esta modalidad de telemedicina en respuesta a los efectos de COVID-19. Colombia desarrolló políticas y regulaciones para fomentar la telemedicina y la telesalud. El país implementó programas como “Mi Doctor”, que brinda consultas médicas virtuales a través de aplicaciones móviles. Además, realizó numerosos esfuerzos para promover la interoperabilidad y el intercambio de información clínica en el sistema de salud, como observa el ingeniero Fernando Portilla, especialista de estándares de interoperabilidad para proyectos de trasformación en Salud Digital, actualmente consultor dentro de la División de Protección Social en Salud del Banco Interamericano de Desarrollo y asesor para el proyecto de Historia Clínica Interoperable del Ministerio de Salud en Colombia.7 El experto destaca: “En Colombia, el uso de Telemedicina se ha venido explorando desde algo más de una década, alrededor de lo cual desde diferentes iniciativas se desarrollaron experiencias importantes aportadas por la academia, los prestadores y grupos de interés que se focalizaron en la prestación de servicios específicos en ciertas regiones del país, experiencias, que permitieron identificar los beneficios de esta modalidad de prestación de servicios a distancia especialmente en las zonas rurales y distantes del país dadas las condiciones de oferta y demanda de servicios de salud en estas zonas; a partir de estas experiencias iniciales, el país ha definido normativa para su utilización dentro del modelo de salud. Sin embargo, previo a la pandemia de COVID-19 no existía una adopción importante dentro del modelo de servicios de salud colombiano, solo las necesidades y condiciones de atención en salud originadas por la pandemia hicieron de esta una alternativa valiosa, y que su utilización se intensificara en el ámbito nacional, representando una herramienta valiosa para pacientes, profesionales y organizaciones del sector para afrontar los desafíos de la pandemia, para lo cual también fue necesario generar una flexibilización normativa”.
#acceso#desigualdad#brechatecnológica#tecnologíasdesalud, #hospitales, #telemedicina, #telesalud, #accesstodigitaltechnology, #hospitals, #infrasturcture#connectivity#LatinAmerica, #telemedicine#ehealth
Descubre más desde Futuro Salud Latam
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.