Casi 20 niños por día nacen con cardiopatías congénitas

En el marco del Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, que se conmemora el 14 de febrero, desde la Fundación Cardiológica Argentina queremos concientizar a la comunidad sobre las malformaciones cardíacas y la importancia de su detección precoz. Las cardiopatías congénitas son defectos o malformaciones de la estructura cardíaca y/o de los grandes vasos que se encuentran presentes desde el nacimiento.

En Argentina, cada año nacen casi 20 niños por día con cardiopatías congénitas, constituyendo la malformación más frecuente en los recién nacidos. Con los tratamientos que disponemos en la actualidad (que incluyen no solamente procedimientos quirúrgicos convencionales, sino también mínimamente invasivos o percutáneos) entre el 80 y 85% de los pacientes portadores de cardiopatías congénitas llega a la vida adulta. Sin embargo, aún representan una de las principales causas de muerte durante el primer año de vida, sobre todo si no son diagnosticadas y tratadas correctamente.

En nuestro país existe una extensa trayectoria en el tratamiento interdisciplinario pediátrico de las cardiopatías congénitas que ha permitido que una gran proporción de los niños diagnosticados a tiempo y tratados lleguen a la adultez. Sin dudas, los avances diagnósticos y terapéuticos en este campo han provocado que actualmente la mayoría de los pacientes con cardiopatías congénitas sean adultos, tanto en cardiopatías leves como severas. Esto implica un desafío para el sistema de salud en general y para los cardiólogos de adultos, quienes debemos formarnos y especializarnos para manejar pacientes complejos y con patologías de características diferentes de las que solemos tratar cotidianamente, como la enfermedad coronaria o la hipertensión arterial.

Si bien hoy en día es posible diagnosticar las cardiopatías congénitas desde el embarazo con un ecocardiograma fetal, en muchos pacientes el diagnóstico se realiza de manera tardía: en la niñez, adolescencia o adultez. Esto implica riesgos aumentados para el paciente, con una peor sobrevida.

La importancia de la detección precoz

Para una detección precoz resulta de suma importancia que se realice un control periódico de las embarazadas y realizar ecocardiogramas fetales en las madres que presentan un riesgo aumentado de tener hijos con malformaciones cardíacas (diabéticas, madres portadoras de cardiopatías congénitas, madres de otros niños con cardiopatías congénitas, entre otras).

Asimismo, muchas veces puede detectarse un soplo cardiaco no funcional. Por ello, en esos casos debe realizarse un ecocardiograma doppler que permite arribar al diagnóstico y determinar la gravedad de la cardiopatía congénita para poder otorgarle un correcto tratamiento.

En muchos casos el tratamiento no es curativo y por lo tanto muchos pacientes requieren seguimiento cardiológico especializado de por vida, y pueden sufrir complicaciones y requerir nuevas intervenciones. Los pacientes con cardiopatías congénitas deben ser seguidos de manera interdiscilplinaria, permitiéndoles que tengan la mejor calidad de vida posible y que puedan desarrollar todo su potencial durante su vida.

En este día también es útil recordar que medidas tan sencillas como la administración de ácido fólico previa y durante el embarazo, así como la vacunación sistemática contra la rubéola durante la infancia para evitar la rubéola congénita, permiten reducir el riesgo de que el feto presente cardiopatías congénitas. Es importante que la comunidad se concientice también sobre la relevancia de los controles obstétricos periódicos durante el embarazo, que permiten detectar las malformaciones cardíacas precozmente.

Las cardiopatías congénitas son frecuentes, pueden tener distinta gravedad e implican un esfuerzo de todo el equipo de salud para su prevención, diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento. El compromiso de la sociedad (conociendo que existen, que pueden ser diagnosticadas y tratadas precozmente, lo que mejora su pronóstico) y de las autoridades (permitiendo que el Sistema de Salud destine recursos para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con cardiopatías congénitas) es fundamental. No olvidemos que es un problema de salud que nos afecta a todos.

Por la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), con el asesoramiento de la Dra. María Celeste Carrero, médica cardióloga (MN 122.721), miembro de la FCA.

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