Hay centros de investigación de cerebros, corneas, piel y huesos. La donación es baja.
Por Vanesa Restrepo
Redacción Diario ADN.co
En uno de los edificios que integra la Sede de Investigación Universitaria reposan, bajo estrictas medidas sanitarias y de seguridad, 266 cerebros congelados o conservados en paraformaldehído.
El Neurobanco, el único de su tipo en el país y uno de los cuatro que operan en Latinoamérica nació hace 20 años con pacientes que sufren de Alzheimer propio de Antioquia. Los primeros pacientes y sus familias que fueron atendidas por investigadores de la Universidad accedieron a donar los cerebros para investigarlos.
“Gracias a ellos pudimos identificarlo (el Alzheimer), caracterizarlo e iniciar la investigación de otras enfermedades neurodegenerativas”, explica el doctor Andrés Villegas, director del Centro.
Ninguno de los tejidos cerebrales se trasplanta. La labor que se realiza en este banco es investigativa. Pero el trabajo es contrarreloj: deben extraerlo en menos de 12 horas tras la defunción.
Córneas, huesos y piel
En Antioquia hay uno de los seis bancos de sangre que hay en el país: el della Cruz Roja.
Juan Carlos Olarte, coordinador de Salud de la entidad, explica que se deben extraer antes de 8 o 10 horas después del fallecimiento: “Se conservan en líquidos especiales y se someten a pruebas microbiológicas”.
Las córneas deben ser trasplantadas máximo en siete días después de la extracción y solo se entregan a las instituciones médicas que lo soliciten mediante el Instituto Nacional de Salud.
Aunque son menos conocidos, los trasplantes de huesos, tendones y piel también salvan muchas vidas. En el país el único que procesa y almacena este tipo de tejidos es el Banco de Tejidos del Hospital San Vicente.
La piel la extraen de los miembros inferiores o la espalda para no afectar la apariencia del cuerpo.
Se usan, sobre todo, en pacientes quemados: “Se ponen sobre las zonas afectadas. Ayudan a que vuelva a crecer la piel del paciente. En 15 días se cae y queda una ‘nueva piel’”, indica Carlos Arturo Vallejo, jefe de Bancos de Sangre y Tejidos del Hospital.
Los corazones, como otros órganos, no se pueden almacenar y deben ser trasplantados máximo cinco horas después de la muerte del donante. Sin embargo en Medellín la clínica Cardio VID tiene un banco que las almacena.
Cada año unas 25 a 30 personas que no pueden entregar sus corazones completos, donan las válvulas: unas membranas que evitan que la sangre que entra y sale del corazón corra en sentido contrario. Estas se almacenan en nitrógeno líquido por un período máximo de 6 meses. Pero no todas son humanas.
Hace varios años se descubrió que el corazón del cerdo es similar al humano y que, cumpliendo con procedimientos, pueden ser implantadas en humanos sin generar efectos adversos.
“Implanta 350 de estas válvulas que llegan a la clínica gracias a la empresa Zenú, que selecciona los mejores ejemplares entre los cerdos que procesa”, concluye el doctor Jorge Zapata, director del Banco de Válvulas.
Órganos son para los colombianos
No hay cajas fuertes, ni cajeros. Mucho menos dinero en efectivo. Hay neveras, químicos y médicos. Así son los bancos de órganos de Medellín.
Todos los del país pertenecen a centros médicos y de investigación que captan corazones, pulmones, riñones, hígados, ojos, piel y huesos de personas fallecidas.
Según estadísticas del Instituto Nacional de Salud (INS), entre enero y septiembre de 2013 unas 262 personas donaron alguno de sus órganos pero hay más de 3.000 que los esperan.
Los directores de los bancos comparten una misma preocupación: el descenso en el número de donantes. Las razones son varias: las familias temen que sean vendidos o traficados.
De acuerdo con el doctor Jorge Zapata, quien participó en el proceso de legislación sobre el tema, los temores son infundados: “Los órganos o tejidos no tienen valor y solo se pueden trasplantar a extranjeros si no hay ningún colombiano en lista de espera”, aseguró.
Fuente: El Tiempo