Con estos resultados publicados en la prestigiosa revista Cell Reports, el grupo de investigadores liderado por el doctor Claudio Hetz, codirector del Instituto de Neurociencia Biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, descubrió que el factor de transcripción denominado XBP1 -fundamental para el control de la adaptación celular frente al estrés- no sólo participa en los procesos de aprendizaje y de memoria, sino que puede mejorar significativamente estas funciones.
El equipo de científicos del Laboratorio de Estrés Celular y Biomedicina, encabezado por el doctor Hetz, lleva desde hace muchos años estudiando las consecuencias del mal plegamiento de proteínas a nivel celular y su vinculación a diversas enfermedades neurodegenerativas, así como avanzando en el conocimiento que permita generar posibles intervenciones terapéuticas que retrasen o alivien esas patologías.
Una de las áreas de estudio se refiere al factor de transcripción XBP1. Esta es una proteína sintetizada por el gen que lleva su nombre, cuya función es regular la expresión de genes importantes para el apropiado funcionamiento de la respuesta al estrés celular. Si esa respuesta falla se comienzan a acumular proteínas mal plegadas en el retículo endoplasmático.
El doctor Hetz sigue esta línea de investigación desde la realización de su postdoctorado en la Universidad de Harvard, conocimiento que lo llevó a crear, en el 2007, una herramienta única a nivel mundial: el primer ratón deficiente en XBP1 específico para el sistema nervioso central, puesto que su ausencia en todo el organismo es letal. «A pesar de que la respuesta a estrés reticular se ha estudiado por más de 15 años en el contexto de enfermedades cerebrales, nadie se había preguntado, hasta ahora, si este proceso celular -y en particular XBP1- cumplen una función normal en la fisiología del sistema nervioso», señala el académico.
Leer artículo completo por Cecilia Valenzuela León en www.med.uchile.cl/