Dos críticos de la Food and Drug Administration se reunieron con el presidente electo Donald Trump el jueves pasado para discutir el funcionamiento de la agencia.
Jim O’Neill y Balaji Srinivasan, de Silicon Valley, han pedido revisiones generales de la agencia.
La candidatura de O’Neill para comisionado de la FDA fue divulgada el mes pasado. O’Neill es un director gerente de Mithril Capital Management y un protegido del multimillonario Peter Thiel, un importante asesor de transición de Trump que inicialmente propuso a O’Neill para el trabajo.
Srinivasan, sin embargo, es un nuevo nombre en la fórmula. Srinivasan, al igual que O’Neill, es inversionista en numerosas empresas de tecnología y ha trabajado estrechamente con Thiel. También es socio del consejo en Andreessen Horowitz, una de las empresa de capital de riesgo más importantes.

Srinivasan es más conocido por ser fundador de la suntuosa fundación 21 Starcoing. En el sector de la salud, su empresa más destacada es Counsyl, que hace pruebas genéticas prenatales. Ya no está involucrado en las operaciones de la compañía, pero su papel anterior como oficial técnico principal puede valerle el rechazo de los grupos antiabortistas. Entre sus otros productos, Counsyl ofrece un análisis de sangre que permite la detección del sindrome de Down en fetos de sólo diez semanas.
Tanto O’Neill como Srinivasan han sido muy críticos con las actuales prácticas para la aprobación de fármacos en la FDA.
Una de las posturas más críticas de las recomendaciones de O’Neill para la FDA es el reclamo para que la agencia permita que las empresas comercialicen nuevos medicamentos sin antes demostrar que funcionan. Srinivasan, por su parte, ha afirmado que la FDA crea «catástrofes» para aumentar su financiamiento y que el desarrollo de medicamentos toma demasiado tiempo.
«El desarrollo de medicamentos que sustentaba anteriormente la FDA demuestra que el régimen moderno no es el más adecuado para una innovación segura», twiteó el mes pasado.
«Una droga falla, y el límite del mercado provoca a los productores pérdidas millonarias. Una droga falla, y el Congreso aumenta el presupuesto de la FDA en millones «, escribió en agosto.

«Antes de la FDA, los científicos fueron capaces de llevar insulina del laboratorio a la cama en dos años», escribió, también en agosto.
Tanto O’Neill como Srinivasan son también vocales defensores del desarrollo de comunidades en localidades marítimas, o «seasteading». O’Neill ha sugerido que estos podrían ser utilizados para el turismo médico, lejos del alcance del gobierno. En una charla de 2013, Srinivasan dijo el stasteading podría incluso, llegar a ser una manera de avanzar hacia un futuro mejor es «crear maneras pacíficas de salir y comenzar nuevos países».
El otro candidato principal para un puesto dentro de la FDA es Scott Gottlieb, un ex comisionado adjunto de la FDA y compañero residente en el American Enterprise Institute. Gottlieb tiene un fuerte apoyo bipartidista, y es bien conocido por muchos en el Congreso. Su principal vulnerabilidad en las audiencias de confirmación probablemente sería su propio papel en el mundo del capital riesgo y su trabajo con numerosas compañías farmacéuticas.
Fuente: Two Silicon Valley insiders meet with Trump about heading FDA
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Traducción: Daniela Chueke