La simulación clínica amplía su campo y ya no solo se ocupa de entrenar a profesionales sanitarios, sino que aspira a ser clave en el diseño integral de los futuros hospitales, tanto de sus espacios como de los métodos de mejora de procesos clínicos, gracias a ingenieros y a la vieja fórmula «ensayo-error».
Se trata de una ciencia relativamente nueva, pero que seduce cada vez más a profesionales en todo el mundo, según explica a EFE el director del Hospital Virtual Valdecilla de Santander, Ignacio del Moral, que acaba de regresar de Orlando (Estados Unidos), donde ha presidido el congreso mundial de simulación clínica.
Precisamente en Estados Unidos o Canadá esta disciplina está más «profesionalizada», mientras que en España, en opinión del doctor Del Moral, que lleva casi veinte años estudiando la simulación, avanza a un paso menos acelerado porque la dedicación es parcial en muchos casos.
El Hospital Virtual Valdecilla
El Hospital Virtual Valdecilla trabaja con el Centro de Simulación Médica de Boston y desarrolla programas de referencia en la formación de personal sanitario tanto en España como en Latinoamérica.
El Hospital Virtual está aplicando ya las nuevas tendencias en simulación clínica, que invitan a dar pasos más allá y plantean nuevos retos: por un lado, trabajar metodologías para mejorar y retocar procesos clínicos, y por otro el diseño arquitectónico de los hospitales.
Se emplea la simulación para tratar de hacer más fácil y más eficaz el trabajo de los profesionales clínicos y para mejorar la seguridad de los pacientes.
Bajo estas premisas, el Hospital Virtual, el Marqués de Valdecilla y el Instituto de Investigación Valdecilla (Idival) están impulsando una línea de trabajo para la que se va a contratar a ingenieros industriales.
La idea es aprovechar los conocimientos de los ingenieros, que van a valorar y estudiar los procesos clínicos para tratar de simplificarlos y mejorarlos, y para analizar qué tecnología es más eficaz y segura.
El doctor Del Moral habla, por ejemplo, de «test de usabilidad» de tecnología sanitaria para discriminar cuál es la más adecuada, y ello porque a veces los últimos adelantos entran en los hospitales como «un elefante en una cacharrería».
En ese aspecto, es fundamental la labor de los ingenieros y la contratación «de talento experto», y también las relaciones con hospitales de Washington y Toronto (Canadá) que ya han desarrollado esas experiencias y que pueden ayudar a su aplicación en Valdecilla.
«Los ingenieros saben exactamente qué es un proceso, porque diseñan y saben qué hacer con un trozo de metal que entra en la fábrica y luego al final sale, por ejemplo, un coche. En este caso no generamos productos, generamos servicios, pero esos servicios necesitan un proceso y ahí entran los ingenieros», explica el director del Hospital Virtual.
Se trata de aplicar la simulación clínica al rediseño del proceso, e ir haciendo pequeños cambios, simularlos, probarlos, y si no funcionan descartarlos. «Es lo que llamamos proceso iterativo (que se repite), de probar y prototipar, pero en el contexto del Hospital Virtual», dice su director.
El diseño de cada proceso será para un hospital concreto, y de lo que se trata es de poder exportar y trasladar a otros centros una metodología más genérica, unas pautas más generales.
En el diseño del espacio físico de un centro hospitalario, lo que aporta la simulación es «vivir» y asentarse dentro de él para poder pensar qué se busca y cómo se va a utilizar.
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