Las aplicaciones de salud para dispositivos móviles se encuentran entre las apps con un mayor número de descargas entre los usuarios. Sin embargo, la participación de médicos y asociaciones de pacientes en su diseño es puramente anecdótica.
Por ESTHER MARTÍN DEL CAMPO, La Gaceta Médica
La necesidad de que ambos colectivos participen de manera activa en su desarrollo es una de las conclusiones del II Hackathon Nacional de Salud, que se celebra viernes y sábado en la escuela universitaria ESNE, con la colaboración de Boehringer Ingelheim.
Raúl Piedra, miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y presidente del comité organizador de las jornadas de Medicina y Nuevas Tecnologías que esta sociedad científica también ha celebrado recientemente, ha aportado la visión de los profesionales del primer nivel sobre este tema.
Las necesidades del paciente
En su opinión, la oferta de este tipo de herramientas es muy amplia y la mayoría carecen de aval científico o de asociaciones de pacientes. Además, cuando los médicos se deciden a desarrollar una aplicación, admite Piedra, no siempre se piensa en las necesidades del paciente, de ahí la importancia de que ambos trabajen juntos para resolver los problemas del paciente y su apuesta por que participen también en su diseño. Menos del diez por ciento, según sus estimaciones, tendrían el rigor suficiente.
La introducción de las nuevas tecnologías ha revolucionado la relación médico paciente. Piedra es consciente de que es preciso hablarles en su mismo lenguaje. De hecho, participa en una experiencia piloto y en su día a día él mismo atiende consultas vía correo electrónico o mensajería instantánea, con las que se evita el desplazamiento de los pacientes al centro para renovar una receta electrónica en el caso de crónicos, por ejemplo, o para la renovación de una baja.
Por su experiencia, la apertura a estos otros canales no ha disparado la demanda de atención por estas vías, una de las reticencias de muchos profesionales, y al cabo de la jornada calcula que podrá atender una media de ocho mensajes de pacientes que, por otra parte, dejan de acudir a la consulta de manera física.