El accidente cerebrovascular es la primera causa de discapacidad y la segunda causa de muerte en el mundo. Detectar los signos de alerta y consultar a especialistas para comenzar un tratamiento de neurrorehabilitación resultan las claves para disminuir las secuelas en la salud del paciente.
Distintas instituciones de Salud nos hicieron llegar sus comunicados para concientizar sobre el Día Mundial del ACV: todas coinciden en la importancia de actuar a tiempo.
INECO: Detectar un ACV es cuestión de un HaBraSo
* Por Máximo Zimerman, jefe de la Clínica de ACV y de la Clínica de Neurorehabilitación de INECO.
Un accidente cerebrovascular se puede manifestar de dos formas: por la pérdida súbita del flujo sanguíneo cerebral o bien por el sangrado dentro de la cabeza. Una cosa es segura: nada es igual en la vida de un paciente después de que lo experimenta. Actividades cotidianas como comer, hablar y caminar pueden convertirse en verdaderos desafíos, y aunque la ciencia hizo importantes avances en materia de neurorehabilitación para el tratamiento de quienes padecieron un ACV, la detección a tiempo y la pronta atención médica siguen siendo una de las claves para reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.
Un HaBraSo a tiempo
Existen tres signos principales del ACV que pueden detectarse en el cuerpo a simple vista, que pueden resumirse en un HaBraSo y que implica prestar atención al habla, a los brazos y a la sonrisa. Si el paciente habla con dificultad, pronuncia frases incompletas o le cuesta articular su discurso, podría tratarse de un síntoma de ACV. También, si la persona levanta ambos brazos hacia adelante y uno de ellos cae; o bien, si sonríe de forma asimétrica –es decir, si las dos mitades de su sonrisa se perciben “desparejas”- existe la posibilidad de que el paciente corra riesgos de padecer un ACV.
Entre las secuelas más comunes del ACV se encuentran las que comprometen distintos dominios neurológicos afectando la motricidad, la sensibilidad, el habla, el lenguaje, la deglución, la vista, las funciones cognitivas y el ánimo, entre otras. Por otra parte, 18% de los casos vuelve a padecer un nuevo ACV después del primer año. Es por ello que los objetivos fundamentales en el tratamiento de estos pacientes radican en prevención de futuros episodios vasculares y conseguir la recuperación de los síntomas presentes.
Nunca es tarde para rehabilitarse
Una gran cantidad de pacientes consultan en INECO por las secuelas de un ACV que sufrieron hace años, con la convicción de que es demasiado tarde para observar una mejoría. Muchos refieren haber realizado rehabillitación pero que “hace años” no hacen nada, y temen haber llegado a una “meseta”. Sin embargo, un paciente con secuelas de ACV puede mejorar inclusive años después del evento con un programa especializado de rehabilitación.
La ciencia detrás de la neurorehabilitación es la neuroplasticidad, y describe la facultad del sistema nervioso de cambiar su estructura y funcionamiento como reacción a las diversas situaciones y entrenamiento. Este potencial adaptativo permite al cerebro reponerse de lesiones adquiridas, como el caso del ACV, disminuyendo la intensidad y número de secuelas.
El ACV en números
Son 10 los factores de riesgo que provocan el 91% de todos los ACV en el mundo: la hipertensión, la inactividad física, una situación desfavorable de lípidos en la sangre, una dieta pobre, el incremento de las medidas o de la proporción cintura-cadera, factores psicosociales, tabaquismo, una alta ingesta de alcohol, enfermedad cardíaca y diabetes.
- Cada 4 minutos se produce un ACV en Argentina.
- El 18% de los casos vuelve a padecer un nuevo ACV después del primer año.
- 9 de cada 10 pacientes que lo sufren padecen algún grado de discapacidad posterior.
Nuevos paradigmas terapéuticos
En los últimos años, la ciencia ha hecho importantes avances en términos de estrategias en rehabilitación y tratamientos. Por ejemplo, a través de la estimulación cerebral no invasiva, la realidad virtual, la robótica y los nuevos paradigmas de entrenamiento fue posible avanzar en técnicas que mejoren las funciones comprometidas y fortalezcan la recuperación.
– Estimulación Cerebral no-invasiva: La estimulación cerebral no-invasiva permite la interacción directa con funciones cerebrales tales como el lenguaje, motricidad, atención, sensibilidad, memoria y visión sin necesidad de realizar ninguna cirugía o intervención. Se utiliza corriente directa de bajo voltaje o pulsos magnéticos estratégicamente dispuestos permitiendo incrementar o disminuir la actividad cerebral en áreas focales y específicas.
– Entrenamiento Intensivo mediante ortesis dinámicas: permite realizar ejercitación basada en actividades de la vida diaria de manera repetitiva y adaptada al nivel a la necesidad de cada paciente. El paciente puede recibir entrenamiento mediante este dispositivo que mejora la prensión de su mano afectada.
-Entrenamiento con realidad virtual: Es una alternativa terapéutica que permite lograr una simulación de un entorno real, de forma que existe una interacción activa del paciente con un entorno ficticio. La realidad virtual permite generar una multitud de estímulos gracias a la facilidad de adaptación del entorno virtual y permite una gran cantidad de repeticiones en las tareas.
– Equipo multidisciplinario e Interdisciplinario: La creación de verdaderos equipos multidisciplinarios en los que aborden el proceso rehabilitador del paciente, es una realidad y una necesidad en pacientes con ACV. Todos los profesionales: neurólogos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, nutricionistas, psiquiatras, psicólogos, fisiatras, terapistas ocupacionales, neuropsicólogos y musicoterapeutas son necesarios para decidir qué tratamiento de rehablitación es el indicado en cada momento y para cada caso, confeccionando así un “traje a medida” para cada paciente.
Acerca de Ineco
INECO tiene como bases fundamentales el trabajo interdisciplinario de excelencia integrado con la investigación en neurociencias y la innovación permanente para el abordaje tanto de pacientes con problemas neurológicos y psiquiátricos como de sus familias.
Más de 500 profesionales entre clínicos e investigadores, trabajan dedicados exclusivamente al estudio y tratamiento de enfermedades neurológicas y psiquiátricas bajo un modelo que permite que los pacientes accedan a tratamientos innovadores, producto de la integración de perspectivas múltiples sobre su problemática con el fin último de brindarles la mejor calidad de vida posible. Más información: www.ineco.org.ar
VITTAL: en el ACV el tiempo perdido es cerebro perdido
*Por Dra. María Valeria El Haj, Directora Médica de vittal.
El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una urgencia médica causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro. Dentro de este espectro, existen dos situaciones: la más común es el accidente cerebral isquémico, producido por un coágulo sanguíneo que bloquea un vaso del cerebro, y representa el 87% de todos los accidentes cerebrovasculares; el otro tipo, llamado ataque cerebral hemorrágico, es originado por la ruptura de un vaso sanguíneo hacia dentro del cerebro. En apenas minutos, cualquiera de los dos casos hace que las neuronas se debiliten o mueran, porque las células nerviosas no pueden funcionar sin oxígeno.
La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo, ya que está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina. Además, el 22% de quienes tienen un ACV son diabéticos. Por otro lado, el peligro aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores, y el impacto es mayor en las mujeres. Otros factores de riesgo son el colesterol alto y el alcoholismo.
En este sentido, el estricto control de la presión arterial, diabetes y enfermedades del corazón es fundamental. También es importante abandonar el cigarrillo, realizar actividad física periódica y llevar una dieta equilibrada.
Respecto al tratamiento del ACV, lo más frecuente son los anticoagulantes y antiplaquetarios, pero estas alternativas sólo funcionan si son aplicadas dentro de las tres primeras horas de presentados los síntomas, ya que su objetivo es tratar de disolver el coágulo o controlar la hemorragia antes de que el daño sea generalizado. Además, un diagnóstico adecuado y a tiempo es esencial para prevenir un segundo evento, lo cual es de probabilidad relativamente alta.
Cuáles son los signos de alerta que debemos tener en cuenta para llamar inmediatamente a un servicio médico de emergencia:
- Entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas (especialmente de un lado del cuerpo).
- Confusión repentina.
- Problemas para hablar o comprender.
- Problemas súbitos para ver con uno o ambos ojos.
- Dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación de los movimientos.
- Dolor de cabeza severo sin causa conocida.
“Gracias al reconocimiento temprano de los síntomas y la pronta búsqueda de atención médica, se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad, es decir, se puede disminuir al mínimo la lesión cerebral aguda y maximizar las oportunidades de recuperación del paciente”, detalla la Dra. El Haj.
Finalmente, describe las principales acciones que debemos hacer a la hora de auxiliar a alguien que sufrió un ACV:
- Acostar a la persona para que no se caiga, teniendo la precaución que sea sobre uno de sus lados.
- Llamar rápidamente al servicio de emergencias, ya que es una Emergencia Neurológica.
- No administrar ninguna medicación.
- Recordar la hora de inicio de los síntomas.
Acerca de vittal
vittal es la organización de urgencias y emergencias médicas extra hospitalarias más grande de la Argentina. Cuenta con la mayor cobertura geográfica para proteger a individuos y empresas en la Ciudad de Buenos Aires, GBA y el interior del país. Dispone de personal médico calificado y la flota más completa de móviles de alta complejidad equipados con tecnología de avanzada, con los que atiende más de 1.000.000 de auxilios anuales, a un promedio de 2.700 atenciones diarias. www.vittal.com.ar
PROGRAMA INTEGRAL EN TUCUMAN: Hospitales integrados y en busca de una ley
*Por Dr. Julio Fernández, Neurocirujano del Hospital Padilla de Tucumán.
Los ataques cerebro vasculares son la segunda causa de muerte en Argentina y la primera causa de discapacidad en adultos. La prevención de los mismos se basa en el control de los factores de riesgo. Se estima que cada año, 17 millones de personas padecerán esta enfermedad a nivel global, de las cuales aproximadamente 5 millones sobrevivirán con secuelas que les dificultarán su vida diaria. 1 de cada 6 hombres y 1 de cada 5 mujeres sufrirá un Ataque Cerebro Vascular a lo largo de su vida, siendo 1 de cada 10 muertes a nivel mundial.
En Argentina, es la segunda causa de muerte, produciéndose 53.000 ataques al año. “La mortalidad de esta patología es alta, siendo imprescindible que se mejore el acceso a la información, los programas de prevención y concientización, así como la regulación de una Ley (S3231) que ya fue presentada en el Senado de la Nación y que tiene como objetivo primario la incorporación del Ataque Cerebro Vascular y sus tratamientos integrales en el PMO (Programa Médico Obligatorio)”, señaló el Dr. Julio Fernández, Neurocirujano del Hospital Padilla de Tucumán.
Isquémico o Hemorrágico
Existen dos tipos de Ataque Cerebro Vascular, el isquémico y el hemorrágico. El primero de ellos se produce cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre, produciendo un infarto cerebral. El Ataque Cerebro Vascular hemorrágico se produce cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe. Esto provoca una hemorragia en el cerebro que daña a las células del mismo, matándolas.
En general el isquémico se da en entre el 75 y el 80% de los casos, siendo el hemorrágico el de menor incidencia con un 20% de ocurrencia. La mortalidad en un Ataque Cerebro Vascular supera el 14% a los 30 días isquémicos, un paciente que tuvo la patología tiene un 26% de repetir el cuadro en los primeros 5 años y el 39% en los 10, si no modifica su estilo de vida. Cada minuto que el cerebro pasa sin oxígeno en un Ataque Cerebro Vascular Isquémico se pierden alrededor de 2 millones de neuronas, y por cada hora el cerebro envejece 3,6 años.
Factores de riesgo, síntomas y tratamientos
Se calcula que el 25% de los ACV mundiales se producen en menores de 65 años y que los casos de pacientes jóvenes que los sufren se encuentran en incremento.
“Los factores de riesgo se encuentran, la hipertensión, el sedentarismo, una mala alimentación, altos niveles de colesterol, consumo de tabaco y alcohol, la obesidad, la diabetes y la fibrilación auricular. El 90% de los ataques cerebrovasculares, están ligados a dichos factores de riesgo, los cuales son posibles de evitar y controlar”, mencionó el Dr. Fernández.
En cuanto a los síntomas, el Dr. Fernández mencionó que,“los más comunes que se presentan son: dolor de cabeza intenso, pérdida del equilibrio súbita, pérdida de la visión, dificultad para hablar, escribir o comunicarse, falta de coordinación o sensibilidad en una de las extremidades del cuerpo y la cara”.
Existe una ventana de tiempo durante la cual se pueden implementar dos tratamientos fundamentales para evitar las secuelas. Entre 3 y 4,5 horas después de iniciados los síntomas, se puede suministrar un fármaco que disuelve el coágulo o trombo que está obstruye una arteria cerebral. Entre 6 y 8 horas después del comienzo del ataque cerebral, se puede introducir un dispositivo stent extractor de trombos que “destapa” la arteria ocluida y restablece la circulación normal de sangre por el cerebro. En el caso de aquellos pacientes que superaron las 4 horas con el cuadro y se encuentran con coágulos muy grandes, se puede realizar la trombectomía mecánica; un procedimiento de mínima invasión utilizado para extraer coágulos que obstruyen las arterias cuando se produce un ataque cerebral de tipo isquémico.
La situación en Argentina y el caso Tucumán
En Argentina son muchos los centros de salud que no tienen elementos (tomógrafo, resonador, servicio de hemodinamia, o la droga rTpa en la farmacia) para diagnosticar un ataque cerebral. En la misma línea, muchos son los pacientes que no reciben atención en el periodo de ventana terapéutica en el que está ocurriendo el Ataque Cerebro Vascular.
Se calcula que en Argentina no hay más de 25 centros de salud con la capacidad de diagnosticar y tratar un ACV. De los cuales, por ejemplo, solo 11 de 23 provincias cuentan con la capacidad de realizar una trombectomía mecánica, en una fase aguda de la patología. De esta manera, el acceso a la salud y la pobreza se convierten en un factor de riesgo a la hora de prevenir el Ataque Cerebro Vascular.
Pero si bien aún falta mucho para que el sistema de salud argentino funcione correctamente, en Tucumán, se puso en marcha el Programa Integral para el Tratamiento del ACV. Este proyecto tiene un año de funcionamiento al que se integraron el hospital público Padilla y dos clínicas privadas, el sanatorio 9 de Julio y la Clínica Mayo; los únicos establecimientos en la provincia que cuentan con equipo y tecnología para tratar estos casos.
El Programa cuenta con dos ambulancias equipadas y la posibilidad de utilizar un helicóptero sanitario. “Hay un radioperador entrenado que responde pedidos de asistencia en una línea telefónica y, ante síntomas compatibles con ACV, envía un móvil o, en caso de ser un lugar inaccesible, un helicóptero”, puntualizó el Dr. Julio Fernández, Neurocirujano del Hospital Padilla de Tucumán. A partir de la recepción del radioperador se realiza una pre notificación a un grupo de 50 profesionales, entre los que se encuentran, emergentólogos, neurólogos, neurocirujanos, neurorradiólogos intervencionistas, intensivistas y enfermeros. De esta manera, cuando el paciente llega al Hospital se encuentra con un equipo esperándolo para realizar el diagnóstico y tratamiento correcto.
En busca de una Ley
Durante el 2017, un grupo de especialistas en neurología presentó un proyecto al Senado, un proyecto de Ley (S3231) que propone garantizar el acceso de toda la población a la prevención, diagnóstico y tratamiento del ACV. Entre los objetivos de la Ley se encuentra, la creación de un registro único de establecimientos públicos y privados que puedan dar atención a quien sufre un ACV, implementar un código de ACV con las distintas jurisdicciones para el sistema de traslados público como privado y realizar campañas de concientización, entre otros. Muchas veces sucede que algunos centros de salud cuentan con tomógrafo, rTpa, pero no tienen personal que pueda administrarlo, otros tienen tomógrafo, pero no cuentan con rTpa o viceversa, incluso hay casos donde todo lo anterior se cumple, pero falta el equipo de hemodinamia”, agregó el Dr. Fernández.
El objetivo de la Ley es el de incorporar al PMO (Programa Médico Obligatorio) y a la cobertura de los prestadores de salud el tratamiento integral del ACV, para que el paciente que se encuentre con los síntomas pueda rápidamente recibir la atención necesaria y así salvar su vida. http://msptucuman.gov.ar/hospitales/hospital-angel-c-padilla/
INEBA: Se amplía la ventana para el tratamiento del ACV isquémico
La trombectomía mecánica con stent permite tratar el cuadro 16 o hasta 24 horas después del ataque, según las características del ACV y del paciente. Luego de la recuperación, se debe aprovechar la neuroplasticidad para que la persona logre reinsertarse lo antes posible a su vida social y laboral mediante la neurorehabilitación.
Generalmente el ACV no mata pero sí es altamente discapacitante, ya que genera importantes limitaciones o secuelas físicas, cognitivas y/o conductuales, por lo que su tratamiento rápido es de vital importancia.
“En un comienzo contábamos con una ventana de tres horas para tratar con éxito a un paciente con un ACV isquémico. Luego ese margen se amplió a cuatro horas y media, más tarde – mediante trombectomía mecánica con stent- a seis y hoy incluso podemos dar tratamiento exitoso luego de 16 o 24 horas de ocurrido el ataque, dependiendo de las características del ACV y del paciente” ,explica el Dr. Gabriel Persi, médico neurólogo, Jefe del área de Enfermedades Cerebrovasculares de INEBA.
Hoy en día los ataques cerebrales son la primera causa de discapacidad yuna de cada seis personas en el mundo sufrirán al menos un ACV en su vida. Desde el momento en que se da el infarto mueren casi 2 millones de neuronas por minuto, y es por esto que el tiempo es tan importante para mitigar sus consecuencias.
“En el país sucede un accidente cerebro vascular cada 9 minutos y se estima que el 90% de las personas que sobreviven a este tipo de accidentes cerebrovasculares lo hacen con algún tipo de discapacidad, mientras que un 50% requiere ayuda de otros para desempeñarse en sus actividades de la vida cotidiana luego de pasar por una crisis de este estilo”, agrega el especialista.
Las secuelas del ACV y el papel de la neurorehabilitación
Las secuelas de los accidentes cerebro vascularestienen un gran impacto en la calidad de vida de quienes lo sufren y en la de sus familiares, con una consiguiente repercusión a nivel laboral y económico.
Implementar el tratamiento médico dentro de las primeras horas de producido el ACV puede evitar o disminuir estas secuelas, pero gran parte de los pacientes quedan con alguna de ellas por lo que la única opción terapéutica para conseguir una mejoría funcional es la neurorehabilitación.
La neurorehabilitación se basa en la recuperación de la función afectada por el ACV. Es un proceso educacional activo basado en la persona y su familia para conseguir la participación del individuo en la sociedad, lograr el mayor grado posible de independencia y así mejorar su calidad de vida.
“La recuperación después de un ACV es dinámica y refleja la habilidad del tejido cerebral de adaptarse luego del daño que se conoce como neuroplasticidad. Esta rehabilitación modula los mecanismos de plasticidad influenciando positivamente el curso natural después de un ACV con programas intensivos de rehabilitación que pueden promover y estimular mejorando la función alterada. El cerebro aprende haciendo cosas por lo que necesita permanentemente un estímulo”, explica la Dra. María Laura Saladino, neuróloga y Coordinadora Médica de la Unidad de Neurorehabilitación de INEBA.
La neuroplasticidad es tiempo dependiente por lo que es mayor cuanto menos tiempo transcurre desde el accidente y es por ello que debe realizarse en forma precoz, desde la etapa de la internación, cuando la persona afectada se encuentra clínicamente estable”, agrega la doctora.
Luego de un ACV no siempre se verá afectada la función motora, limitando la actividad de la marcha o las actividades de la vida diaria. También pueden afectarse otras funciones vitales como el lenguaje o la deglución y pueden darse alteraciones cognitivas que como la memoria y la atención, por lo que es importante que el abordaje del paciente sea interdisciplinario, con profesionales especializados en cada área. Más información: www.ineba.net
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